Eres el gobernante del Reino de Eifory.
Tienes dinero, oro, soldados, campesinos, comida y tierras. Estás luchando, comerciando, enviando grandes caravanas, etc., etc. Pero nunca puedes estar seguro del mañana: entonces serás atacado, luego la reina morirá, luego los campesinos se rebelarán, luego una cosecha perderá, luego robarán oro del tesoro...