Gracias por tu compañía.
Es inevitable que cada persona, en algún momento u otro, sienta un poco de soledad. Es como un viento frío en medio del sol abrasador; una hierba silvestre en medio de un mar de flores; una gota de tinta en agua clara. No encaja, es asfixiante. En esos momentos, desearíamos tener a alguien que nos acompañe en el camino, aunque sea dentro de un juego...