¡Fuego pesado del tanque!
El individualismo de la lucha encarnizada es admirable, pero luchar en el campo de batalla con un cuerpo de carne y hueso se siente algo insignificante. Sería mejor aparecer como un gigante en un tanque, reemplazando las pisadas con orugas y el cañón con un arma de fuego, y enfrentarse al enemigo en una lucha sangrienta.